Índice de contenidos
- Introducción
- El verdadero cambio
- No te hagas trampa a vos mismo
Tiempo de lectura: 2 minutos
Hoy no es difícil certificar una norma. Simplemente hay que conseguir el paquete documental de una empresa similar, cambiarle los encabezados, adecuarlo un poco a las características propias de la empresa, llamar a una certificadora amiga, aprenderse bien las bolillas que nos va a tomar el auditor y no hacer macanas en la auditoría.
Eso nos da el cuadrito sencillo y pronto…
Sin embargo, no pretendamos que nuestra organización tenga resultados distintos que hasta el momento, ya que no hizo cambios reales en los procesos.
El verdadero cambio
La verdadera forma de obtener cambios es adentrarse en los procesos propios de la organización y trabajar desde ahí.
Por supuesto que sirve ver cómo han aplicado otras empresas similares cada punto de la norma, pero no como una mera copia, sino como una idea de capitalizar la experiencia de otros en el camino que debemos nosotros recorrer.
No te hagas trampa a vos mismo
Respondiendo a la pregunta que originó este artículo de cómo reconocer que la norma no fue bien implementada, la respuesta es…
Si ninguno de los responsables de los procesos aplica en su gestión diaria las herramientas y procedimientos que tan gustosamente vio el auditor en la certificación, esto significa que el Sistema de Gestión de Calidad fue hecho a medida del auditor y no del personal.
Uno puede pasar una auditoría con un buen maquillaje de la empresa 1 o 2 días al año, pero los otros 363 días del año es el personal y directivos los que tienen que convivir con la gestión de la empresa.
¡No tiene sentido hacerle trampa al Solitario!
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