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¿Cómo evitar volver al desorden en la empresa?


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Tiempo de lectura: 3 minutos


Es innegable que los humanos somos seres de hábitos. Los hábitos que hemos llevado en el último año (por no decir a lo largo de nuestra vida) explican nuestro estado actual y nuestros hábitos actuales marcarán el camino a nuestro futuro.

Por eso no engordamos por haber tenido un solo fin de semana de excesos, ni adelgazamos por hacer una semana de dieta.

Como hemos explicado en otros artículos, ninguna implementación y certificación dará resultados positivos a mediano o largo plazo si no se han modificado la cultura y hábitos de la organización en su totalidad.

El relajamiento post certificación

Lo otro que suele ocurrir es que la organización hace un gran esfuerzo por llegar a la certificación, trabajando seriamente en mejorar y controlar sus procesos.

Y logra exitosamente el objetivo.

Es normal que los días posteriores a la auditoría se relaje la organización (merecidamente después del esfuerzo).

Sin embargo, el problema es cuando no vuelve a retomar las riendas del sistema y mantener lo logrado.

Es ahí cuando lentamente vuelven los malos hábitos, la relajación de los controles, la falta de exigencia en los cumplimientos normativos, las omisiones en la gestión documental, la falta de dedicación a las tareas del sistema de gestión de calidad, etc.

Es como una casa que se la preparó para una fiesta, pero después no se la volvió a limpiar una vez terminada la misma.

Tiempo después, la empresa se da cuenta de que han pasado 11 meses desde la auditoría, que falta un mes para la próxima y todo se ha vuelto a desordenar.

Entonces nos llaman para arreglar todo urgente, pero esta vez no es empezar de 0, es empezar de -10, porque lo que antes llevó varios meses de implementación para llegar a la meta, ahora significa hacer todo lo que no se hizo en 11 meses, pero en 1 mes.

Obviamente no va a funcionar como antes ni se van a obtener los resultados que se obtuvieron.

Certificar no es difícil. Lo difícil es mantener la certificación en el tiempo.

Y eso habla de un sistema maduro y concientizado a través de la comunicación y disciplina.

Moraleja

No relajarse después de la certificación.

Está bien tomarse unos días si es necesario descansar, pero después debemos pensar un plan de mantenimiento que no permita volver a los viejos hábitos.

Una vez que están incorporados en toda la organización, la misma los habrá capitalizado y no será tan fácil volver atrás.


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